España es un Planeta

Tras la edición del single «Cantante de Ópera / Maldoror» (Hispavox, 1982), Hispavox retira el apoyo a la banda debido a sus escasas ventas, por lo que UA como tal desaparecían del mapa. Sin embargo, en 1987 Raimundo retoma la actividad bajo el nombre original para, de la mano de Nuevos Medios, editar el mini-LP que nos ocupa, un álbum que contaba con Agustín Villafáñez a la batería y percusiones, María Luisa Muñoz -May- al bajo y voces, y el célebre Mario Gil a los teclados.

Ya desde el comienzo los ritmos pesados y lentos, el bajo contundente, las guitarras metálicas, y el deje industrial muy NIИ de «Shock» nos dan la imágen de dónde tiene su razón de ser UA. Lo mismo que en «Entre tú y yo», ambos temas, curiosamente los que abren y cierran el disco, respectivamente, es donde vamos a encontrar mayor acierto. Y es que la teatralidad y lo excesivo en la voz de Raimundo, asi como sus delirios a lo Poch, encajan como un guante a los ritmos anteriormente definidos. A «La ciudad sin fin» también le sienta bien el sabor ochentero a lo Tino Casal o 21 Japonesas.

El problema es que, desafortunadamente, el resto del disco se pierde entre los ritmos saltarines de canciones como «Accidente mortal», el sabor castizo, mezcla de Tequila y Los Relámpagos de «Ritmo constante español», y el tecno primigenio de «Hijos de la heterodoxia», siempre con la vocación experimental por bandera, pero produciendo una amalgama de sonidos algo confusa y que no termina de empastar del todo.