Tras terminar la mili había prisas por parte de cantante y discográfica por poner un disco en el mercado. Y como las prisas son malas consejeras, Baby nos obsequia un EP muy flojillo y grabado sin demasiada gracia, pese a los buenos oficios del director de orquesta ligera José Solá que también firma el soporífero tema “La soledad”.
Se quería homologar a Baby a los cantantes serios de la época y para eso hacía falta algo más que comprarle una americana y una corbata y ponerlo a cantar temas de lentísimo slow. La excepción es la cuarta pista con la que Sacha Distel estaba triunfando en toda Europa y aún su contagiosa alegría suena un tanto descafeinada en la voz del cantante aragonés.