Betina va a dejar en 1967 de ser comparsa de festivales para convertirse en figura gracias precisamente a “Entre los dos”, una balada ampulosa y bien cantada, compuesta por otro de los habituales de las citas veraniegas, el compositor de música ligera Alfredo Domenech. Un tema representativo de esas canciones épicas que rivalizaban en estas justas costero-turísticas. Betina por fin va a lograr la sirenita benidormí, a medias con el italiano Tony Dallara. Por la otra cara, una canción juguetona de origen inglés da el contrapunto rítmico a la plúmbea cara A.
Este disco se publicó dos veces, una, ésta, como aspirante y otra edición menos conocida tras la victoria en la que se anunciaba como canción ganadora en Benidorm y con una foto de portada realizada en la actuación en directo de Betina en aquel festival