Entre la Rabia y el Final de Un Sueño

Entre la Rabia y el Final de Un Sueño

Doloroso como un parto fue la edición del primer trabajo de Malformaciones Kongénitas. Por un lado, fue el propio retraso en el mismo proceso de grabación. Empezada en 1995, un ritmo de trabajo más relajado de lo programado, con sesiones en las que pasaban más tiempo en el bar de al lado del estudio, los Canarias Rock de Arinaga (Gran Canaria), hizo que lo previsto para un par de semanas terminara alargándose varios meses. Entre lo que emplearon en ahorrar para poder costearse las mezclas y lo que llevó realizar éstas, la banda no tuvo el material preparado hasta 1997. Pero además se enfrentaron al imprevisto de verse estafados por Basati Records, la única compañía que mostró verdadero interés y cuyo responsable desapareció con el máster tras lograr la firma de la banda estampada en un contrato que le garantizaba los derechos de ese primer álbum y dos más. Llevados por la indignación, tras cambiar el título pensado inicialmente por otro concebido con la rabia que ha generado todo el proceso de elaboración del disco, deciden editarlo de todas maneras con la colaboración de Datana y Potencial Hardcore.

El disco, que empezaba con la anécdota que les ocurriera el día que tuvieron que esperar a Tavo tras su encuentro con el tequila como intro, recuperaba tres temas de la primera maqueta, «Malformaciones Kongénitas» (1991): «Pesadilla nuclear«, adaptada originalmente para el repertorio de Psicosis Crítica por Juanjo (Subresiduos) de los alemanes Slim, con el título «Radioactividad«, la cruda crónica de drogodependencia «Con la soga al cuello» y la sobresaliente «Juguetes de guerra«, en versiones en las que ya cantaba Tavo, que había entrado a sustituir a Raúl, el anterior cantante.

Aunque la banda no quedó especialmente contenta con las mezclas por considerar que el sonido había quedado demasiado limpio para tratarse de punk, el caso es que, por ejemplo, los temas de la segunda maqueta de la banda, que entra casi por completo en el disco, suenan mucho mejor.

El punk rocoso, con querencias de rock duro en muchos momentos como los de la lírica de Extremoduro, y aceleración de hardcore al menor descuido («Libertad» es buen ejemplo de toda esta combinación) liga con aires mucho más mestizos, fruto a veces de las contribuciones varias, desde coros hasta cello, de multitud de amigos que se pasaban por el estudio. Hay así reggae en la ya mencionada «Pesadilla nuclear» o  aire de fiesta de «Carmelillo«, provista de una flauta, o «Tauromafia» y «La fiesta popular» en la que están presentes las trompetas de Burbu (Enak Ska). Hasta destellos de rock progresivo parecen mostrar en «Carne pal buitre«.

El rumbo hacia el combo sonoro de proyectos como Fabulosos Cadillacs o Mano Negra tienen su exponente máximo en «El baile de la policía«, uno de los dos temas extras del disco, añadidos tras ganar la posibilidad de grabación en los estudios Jesiisma de San Isidro de Galdar (Gran Canaria) al declarase vencedores del certamen «Pop Rock y Algo Más». El otro bonus, «Sáhara«, su contribución para la causa del Frente Polisario, los emparentaba quizá más a la propuesta algo más contundente de los argentinos Todos Tus Muertos.

Disco más que interesante que sirve de bisagra entre el punk crudo de los principios y las maneras eclécticas que abrazaron posteriormente con la entrada en el nuevo siglo.

Grupo:

“Lograr derrotar al sistema es tarea dura...

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Tracklist:

  1. Intro
  2. Malformaciones
  3. Yugoslavia
  4. Pesadilla nuclear
  5. Seguimos resistiendo
  6. Burrocracia
  7. Juguetes de guerra
  8. Pres*s a la calle/Campesin*
  9. Con la soga al cuello
  10. Un buen día
  11. Libertad
  12. Carmelillo
  13. Tauromafia
  14. Tierra y libertad
  15. Carne pal buitre
  16. Fiesta popular
  17. #$#????
  18. El baile de la policía
  19. Sáhara libre

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