Segundo single, muy cercano al anterior en el tiempo, que supuso un cierto paso atrás para el cantante. Tras la buena acogida del primero, éste iba a venderse y escucharse bastante menos.
“En un rincón del mundo” es una balada de las muchas que este cantante prodigaría a lo largo de su carrera. Arreglos corales adecuados y voz de galán melódico con la buena vocalización que siempre lució Daniel y ese estilo ampuloso de los cantantes de su época. Un tema más que aceptable, pero que no encontró franco el camino del hit parade.
En la cara B, otra melodía romántica de terciopelo vocal en las estrofas, que va a crecer lentamente arropado por coros femeninos escasamente logrados.
Dos temas que beben en las fuentes de los grandes vocalistas pop ingleses, que contaban con Tom Jones como arquetipo.