Tras un frenético 1970 en lo discográfico, por obra y gracia de «Gwendolyne«, en 1971 apenas registró actividad en esta faceta. Éste es el único disco que editó y promocionó aquella temporada con una balada de corte melódico-romántico en la cara A. No está entre lo más granado ni entre lo más exitoso del carrerón de Julio Iglesias.