La vuelta de Flamenco a los estudios de grabación nos deja un regusto amargo. No porque sus temas sean tristes, sino porque supone un bajón de calidad respecto a su buen LP de presentación: “Flamenco” (Ariola, 1973).
“En el patio de mi casa” es una zambra modernilla con la que quieren subirse al tren de la comercialidad facilona. Está cantada a ratos en español, a ratos en espanglés. Forzado ambiente festivo andaluz y muy poquito más.
“Quiero saber” camina los mismos senderos y vuelve a plantarnos en un flamenco de guardarropía solo apto para guiris con algunos grados alcohólicos en el cuerpo. En esta cara B, al menos, las guitarras española y eléctrica de Manolo Garrido suenan bastante bien. Las voces siguen haciendo los coros más o menos en inglés y la voz solista se agarra a la dicción andaluza.
Parece que Flamenco intentó aquí asimilarse al peculiar estilo de Las Grecas con resultados tirando a desastrosos en todos los aspectos. Tras este single el contrato del grupo con Ariola finaliza e irán a parar a CBS, que no era un mal destino.