Durante los últimos años Burning había estado siguiendo su propia travesía en el desierto, publicando varios discos de estudio con un nivel de calidad notable pero con medios limitados y escasa repercusión mediática. Disponían de un grupo fiel de seguidores, cuya máxima aspiración era ver al grupo tocar en directo. Es precisamente en concierto donde siempre se ha podido apreciar toda la grandeza del grupo, donde han transmitido toda su energía y donde han alcanzado un nivel de fuerza y calidad pocas veces igualado. Burning es un grupo de directos, para disfrutar en concierto, donde han impartido innumerables lecciones magistrales de rock and roll noche tras noche. Por otro lado el sonido de sus discos nunca les había hecho justicia, bien por la escasez de los medios disponibles o bien por el enfoque desacertado de la producción. Por lo tanto era merecido y obligado que Burning publicaran este disco.
Se dio la circunstancia de que en aquella época la industria musical vio rentabilidad a los discos de rock en directo (varios grupos de la época publicaron también por esas fechas discos en directo), y Ariola apostó por editar este disco de Burning, que también se publicó en vídeo, y grabarlos en el medio en el que mejor se desenvuelven: en directo. Todo un acierto, ya que el resultado es espectacular. Como el propio Johnny anuncia al comenzar el disco: “Bienvenidos a una larga noche de rock and roll”.
Eso es precisamente lo que encontramos en el disco: rock and roll, o lo que es lo mismo, Burning en estado puro. Un repaso por la trayectoria musical del grupo, incluyendo la primera época con Toño, y con el aliciente de interpretar algunas de sus canciones acompañados de varios ilustres amigos: Loquillo, Los Secretos, Joaquín Sabina, Rosendo, Antonio Vega y Miguel Ríos.
Comienza la descarga con “No pares de gritar”, “Es decisión”, “Baila mientras puedas”, y en seguida, una de las colaboraciones más interesantes: una agresiva versión de “Jim Dinamita” con Loquillo, rescatada de su primera época.
Aunque la mayoría del repertorio se centra en los últimos discos, no pueden faltar sus clásicos de siempre: “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?”, “Mueve tus caderas”, “No es extraño que tú estés loca por mí” o “Es especial”. Mención especial merecen dos de sus baladas más celebres: “Una noche sin ti” y “Como un huracán” (junto a Los Secretos). Es indudable que la mayoría de las canciones ganan con respecto a la versión en estudio, y muchas de ellas adquieren un sonido muy diferente a la original.
Como solía decir Pepe Risi, un concierto de rock and roll no termina hasta que no tocas “Johnny B. Goode”, y así se cierra el disco, con la fiesta final homenajeando a su idolatrado Chuck Berry. Por fin el sonido del disco les hace justicia y les retrata en su hábitat natural, donde mejor se desenvuelven: sobre un escenario. Disco obligado para cualquier aficionado al rock en directo.