A finales de los años 90, y al amparo del resurgir de los cantautores, a Hilario Camacho le llega la oportunidad de volver a grabar. Y de hacerlo, además, en una multinacional. Y lo hace a lo grande: escoge diez de sus mejores canciones, las arregla en formato acústico y edita un directo al que añade, además, dos canciones nuevas: una llamando al compromiso -"Pienso en tí"- y una canción de amor y de soledad, "No sé que pasa esta noche".
El disco está muy bien interpretado, la selección de canciones es muy acertada, así como su puesta al día con los nuevos arreglos, de forma que el disco cumple perfectamente con su propósito: deja con ganas de más.
Especialmente acertadas son las versiones de "Madrid amanece", "Los cuatro luceros", "Ven aquí", "Sol en invierno" y la que se hizo más popular, "Oye niña".
El siglo se terminaba y a Hilario Camacho, como demuestra en este recomendable disco, le quedan muchas cosas que decir.