El 1 de marzo de 1995, menos de tres meses antes de su muerte, Antonio Flores dio un concierto en Madrid que fue grabado en directo. Su repertorio estuvo compuesto por ocho de los diez temas que sólo unos meses antes habían aparecido en su CD “Cosas Mías” (Twins, 1994). Este hecho hace que veamos este disco en directo como algo innecesario, ya que poco o nada aporta al muy buen disco de referencia. Los temas aquí se esquematizan y adquieren un aire de homogeneidad que no siempre es positivo, ni refleja el sentido diferenciador de cada uno de ellos. Es una pena que el concierto, o al menos el disco que de él se sacó, no recorriera canciones del pasado, pues ese sí habría sido un testamento de categoría para la obra de Antonio o Antonio Flores, pues de las dos maneras firmó sus discos. Claro, que nadie, seguramente ni siquiera él mismo, podía sospechar en esos momentos dulces que su vida se estaba acabando.
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