No le coloco la quinta estrella completa porque la cara B desmerece un tanto; sin embargo, “El saltamontes” es una de las mejores -si no la mejor- del rhythm ‘n’ blues nacional. Un tema redondo con un riff de grupo rítmico machacón, un solo de órgano estremecedor, la voz de Santiago recorriendo los más variados registros y machacándose en el largo puente del tema, sutiles toques orquestales. En fin, una canción para recrearse y preguntarse por qué Los Roberts no están entre los grupos de culto.
“Tinieblas” suena anodina al lado del trallazo de la cara A. Una balada desgarrada, algo sosita, salvada por un Santiago Pineda en estado de gracia. A destacar la opresiva atmósfera creada por el grupo rítmico y la guitarra que nos conduce sin remisión a una calle sombría.