Aunque en principio «El niño bonito» no estaba destinada a ese menester, fue incluida en este sencillo aparecido unos meses después que su LP de procedencia, «Dime que no Es Verdad» (GMA, 1973). El motivo de esta edición atemporal fue el éxito que levantaba su interpretación en directo.
Como cara B se incluye otro de los temas destacados de ese long play. Un tema rítmica con reminiscencias sudamericanas, al estilo de la Pradera, por ejemplo. Burla, burlando, y de manera inesperada se convirtió en uno de los mejores sencillos, tal vez el mejor, de la carrera de esta artista.