Los Sirex se apuntan al disco navideño; sin embargo, en vez de hacer arreglos a alguno de los villancicos de siempre, componen dos temas propios. El primero resulta excesivamente apostólico con una letra que firmaría la Conferencia Episcopal si la conociera y unos arreglos que nos suenan un poquito falsos.
Pero, amigos, en la cara B nos topamos con un auténtico villancico rock titulado “Estrella fugaz” que es como para andar cantándolo por la calle sin parar desde Nochebuena a Reyes. Introducción de un coro clásico que precede a guitarreo beat con cascabeles incluidos en la percusión. Letra con los tópicos lógicos del estilo y ritmo a tope. De lo mejor que he oído nunca en ese género navideño que tanto sufrimos cada fin de año.
El disco fue editado con dos carátulas distintas. Una con las fotos por separado de los cinco miembros del grupo y ésta otra con un árbol de Navidad ocupando la mayor parte de la portada.