Todos los que hemos viajado a menudo en metro hemos jugado a cazar arquetipos ciudadanos: el chaval que tira pipas al suelo, el viejo que bosteza, el que no se agarra y va danzando en medio del vagón, el sobón, la chica que lee, el protestón… Alberto Bourbon pone letra y música a ese regreso al hogar en metro cuando anochece. Piano de rag, batería a ritmo de jazz; es decir, sus amigos músicos de Whisky Jazz, envuelven la poesía de Alberto. Una buena canción para debutar que se escuchó mucho en un momento en que Aute, Manolo Díaz y otros cantautores vivían también momentos felices.
En la B, una canción acompañada solo por la guitarra que resulta anodina y pasada de eco en la voz que deja mal sabor de boca tras la buena apreciación de la cara A.