Mucho habían cambiado las cosas en la música española en el año y medio que José Luis Cano había estado marcando al caqui. Aún pudo conseguir una oportunidad en Zafiro, donde grabó este single a finales de 1965.
Se apunta al pop, pero para un rocker de raza el ye yé se queda ciertamente blando. La pista principal del disco es un tema que rebosa alegría y poco más. Lo interpreta con soltura, pero no alcanza su objetivo en un mercado sobrecargado de productos similares, casi siempre en voces femeninas o conjuntos.
En la B, una canción de la pareja Bacharach-David: “Any old time of day”, a la que voces menos ásperas, como las de Luis Gardey o José Guardiola, encontraron mejor el punto.