Todos los viernes por la noche España entera se sentaba ante el televisor en blanco y negro para ver como el inocente Richard Kimball las pasaba canutas para eludir la justicia personificada en el tenaz teniente Gerald. Basándose en esta historieta televisiva Los 4 de Asís montan una canción en la que glosan la bondad del perseguido.
“Digan lo que quieran” es un tiempo medio con letra cantamañanista en sentido estricto, coros deshilvanados en algún momento y arpegios de piano y guitarra. Más dinámica y atractiva resulta “Buscando la luz” con guitarra rítmica y batería para dar un poco de marcha y mejor interpretada que el resto del disco. “No te vayas al cielo” es una balada de buen corte melódico, dedicada a la Virgen, bien cantada por la voz de tenor.
El órgano, fundamental en el disco anterior, cede protagonismo a las guitarras y, en general, el grupo suena mejor que en su primer disco, a pesar de lo cual, no tuvo la repercusión que la novedad que suponía en el anterior un grupo supuestamente pop integrado por jóvenes frailecillos.