Si bien podemos entender como folklore aquello que forma parte de la cultura propia de un determinado pueblo, bien podria parecernos que Mano de Santo, bautizando su disco de debut como “El Folklore de Cada Uno” (Austrohúngaro, 2003), ya estarían haciendo una clara declaración de intenciones, señalando, prácticamente con el dedo, todo aquello que forma parte de su imaginario inspirador y cultural más inmediato; todo aquello que perciben simplemente con el mero acto de abrir bien los ojos: una visión irónica y particular -y que en ocasiones puede parecer autobiográfica- de todas aquellas cosas mundanas, sentimientos o simplemente sensaciones, que conviven con ellos y que se encuentran ahí, a su alrededor.
Si a una entonación -la de Inma-, que me recuerda vagamente a la del Miqui Puig de los Los Sencillos -aquellos del “Bonito es”-, le sumamos unas atractivas bases sampleadas de música tecno (“Segunda Mano”); unas robóticas voces distorsionadas que suenan al “Trans-Europe Express” (Capitol, 1977) de los amos alemanes del Kling Klang –“Efecto SLI (Street Light Interference)”-; y, además, les añadimos unos aires de exquisito tecno-pop (“Entre tormentas”) con melodías tan contundentes como la de “La canción de tu vida” -con un inicio que se asemeja al de la mítica “I feel love” de Giorgio Moroder y Donna Summer-, puede resultar bastante inevitable el hecho de tener que destacar que, para la confección este álbum, el dúo salmantino bebió de una amalgama de fuentes musicales que alimentaron, y para bien, su indiscutible creatividad. Quizás, una de las muestras más claras e indisimuladas, la encontrariamos en el tema “Ratas, Basura, Mundo, Occidental”, inspirada en la “Rats in the garbage of the western world” de sus admirados Magnetic Fields de Stephin Merritt. En definitiva, tremendo pistoletazo de salida.