Así de risueño posa Bruno delante del Partenón, y es que «El día» fue la canción con la que concurrió al I Festival de Atenas. Un tema medianito, perfectamente interpretado, con aire soul en la voz, aunque con un recargado acompañamiento orquestal y un estribillo francamente hortera. Es decir, una pieza a medida para eventos festivaleros. Insisto en un asunto: la voz de Bruno aparece cargada de facultades y sacando petróleo de un pozo seco.
Había que completar con algo el disco y se recurrió al rock and roll preferido del valenciano y que grabó numerosas veces, tanto en solitario como con Los Milos. Se trata del siempre eficaz «Blue suede shoes».