Tony Ronald y sus Kroner’s no eran los que más vendían, pero los que verdaderamente entendían de que iba la vaina del pop-rock compraban sus discos. En estado de gracia eran simplemente imparables y sus versionesnada tenían que envidiar a las originales. Inician 1966 de nuevo bajo la advocación de The Beatles y su “Drive my car” en una lectura clavada a la original tanto en voces como en instrumentación; eso sí, cantada en español. Magnífica canción y magnífica interpretación.
Completa el extended play “St. James Infirmary”,uno de los más clásicos blues que acababa de ser grabado por The Animals. Tony se enfrenta voz a voz con el mismo Burdon y no sale demasiado mal parado del envite, que no es poco. También del repertorio Animal es “It’s my life” que pierde credibilidad en su paso al español.