Puesta de largo de La Peste Negra, por entonces todavía sin la formación estable que tendrían en su última etapa y sin terminar de concretar las coordenadas en las que se movería su postpunk oscuro.
Grabado en 2004 en Can Trons Studio, donde no lograron hacerse entender con quien estaba al cargo de las cuestiones técnicas, mucho más versado en tratar con conjuntos de boleros. A juicio de la propia banda, se elaboró con demasiada prisa, contrastando con todo el tiempo que se habían tomado desde que empezaron hasta decidirse a entrar en estudio.
El resultado de todo ello habla efectivamente de un disco en el que todavía faltaban por asentar detalles, fundamentales luego en la música de los barceloneses. Lady Stardust no ha tomado el papel principal en las cuestiones de la voz, ni había adquirido ese tono reptante que tendría más tarde. Sin nadie a cargo todavía de la batería, los temas de este álbum se elaboraron con una caja de ritmos a la que bautizaron Allan Kardek, espiritista del siglo XIX.
Los seis temas están cantados en inglés, aunque no terminan de sonar totalmente convincentes todavía; habría que esperar a posteriores grabaciones. De hecho, aunque se apunta a un tono de solemnidad y profundidad en lo oscuro algo grandilocuente, las voces recitantes, casi teatrales, llevan a pensar a veces en una especie de drama griego clásico. Se diría que conjugan algo de Los Iniciados más esotéricos y de los Sugar Cubes más anárquicos en la cuestiones de gestionar las voces entre ellos.
Se ponen de manifiesto, eso sí, unas ganas por apuntalar unas maneras personales de abordar las densidades de lo oscuro, sin tener que seguir unos presuntos cánones establecidos del género. Así por ejemplo en «Break the mirror» hay mucho de ese desasosiego que luego sembrarían en la mayor parte de sus composiciones. De igual manera, cortes como «The attic» suenan realmente frescos, con un punto amateur o de primer trabajo. También sorprende positivamente el instrumental de comienzo «La puda«.
Con detalles propios de una primera grabación, el problema mayor sin embargo, es poder encontrar varias de estas canciones grabadas con muchísimo mejor resultado en su posterior «Voices from Beyond» (Blind Dead, 2008).