Grabación en directo del 22 de marzo de 2002 en Lavapiés (Madrid).
Dicen no incluir discursos políticos entre canción y canción por la premura de tiempo que tenían, resultado probablemente por el transcurso del festival en el que participaban para recaudar dinero.
Su música es, en realidad, una colección de mensajes directos en los que piden la toma del poder por parte del proletariado: «Horda roja a machacar, la burguesía al gulag«.
Dedicatorias a víctimas comunistas de la democracia y el franquismo. Oposición al capitalismo. Clase obrera crucificada por el sistema.
Música de combate, con voces y coros amenazantes y desde gargantas rasposas. Guitarras galopantes a ritmo de metal. El que marca los cantos a la revolución con el que acaba la dura «El pueblo y sus verdugos«.
«Patxi balas» como un Jimmy Jazz que escapa de la policía entre los caseríos.
Sin embargo con «Colapso social«, el fin del sueño capitalista, entonan ritmos algo más oscuros. Guiados por ellos al precipicio, tienen las armas en las manos y prometen fuego y más fuego.
Acaba todo con «Verano del 42» narrando el partido de futbol entre tropas alemanas y prisioneros de la segunda guerra mundial exjugadores ucranianos del Dinamo y el Lokomotiv. Tiene por momentos muchas maneras del oi! británico de los 80,