En su repertorio llevaban numerosos rocks creados por Chuck Berry y eligieron para su segundo sencillo su “School days”, traducido de aquella manera en la letra, pero absolutamente fiel en la música del maestro. Mejor aquí Los Gangsters que su jefe en una de las piezas maestras del género al que, al socaire del revival, daban una vuelta de tuerca. Atención al largo e ingenuo solo y al guitarra acompañante, ambos realmente buenos.
Por el otro lado, una ensalada de tiros da inicio a un desquiciado rock and roll de fabricación propia con mucho guitarreo y ritmo tópico a más no poder.