Llegó la tercera entrega de Vigilante Gitano. Nuevamente en formato de sencillo, ante lo que parece un inexplicable miedo escénico a explayarse en un LP. Son ellos de los que dicen que la gente no les soportaría en vinilo grande, y soy yo de los que piensan que se equivocan, pero en fin.
Grabados los cuatro temas en las festividades de San Isidro del 2011, la salida a la calle no ha estado exenta de cierta "emoción" que ha tenido a los seguidores de la banda con el corazón en un puño. Estuvo todo a punto, eso sí, para la presentación del nuevo trabajo en la sala Wurlitzer de Madrid el 19 de junio de 2012. Curiosa portada, diseñada por Pato, con construcciones futuristas, gorilas flatulentos y cebras.
Jaime Zamora y Javier Pelayo (guitarra de la formación) aparecen como responsables de las cuestiones técnicas de la grabación, que tuvo lugar en los estudios Corleone. Es el propio Pelayo el que se encargó de producción y masterización posterior, tareas en las que posee amplia experiencia, ya que dirige junto a Joaquín (Los Nikis, Los Acusicas) los Estudios Sincutronic. Precisamente de este último parece corresponder la foto de Proxe del interior de la carpeta.
El nuevo trabajo de los Vigilante Gitano es toda una muestra de endurecimiento. Quienes se sientan tentados a asociar la fama de grupo irreverente que arrastra el grupo a cualquier posible debilidad en su propuesta estrictamente musical tienen aquí evidencia de su craso error.
"Destruido" con la que se abre el vinilo, y "Verbena de setas", justo al final del mismo, son dos auténticos torpedos. A sus espaldas tienen, en proyectos previos, ejemplos de que son amantes de las vertientes más duras de esto del punk-rock. Así, el emparejamiento que les hicieron hace ya un tiempo con Dwarves, para telonearlos en la sala Gruta 77 no es causal, si es que atendemos a las querencias y gustos personales de varios de ellos.
Precisamente "Destruido" me suena a mucha de la rabia de combos norteamericanos. Es dura, contundente y con un punto de siniestra energía. Eso sí, combinan todo ello, al llegar al estribillo, con los coros más melódicos que se les ha escuchado. Para el final del tema, le van distorsionando la voz a Proxe.
También se la tratan, con distorsiones y amortiguaciones en "Verbena de setas". Oleada de guitarras implacables, con arranque casi de motor, para toda una declaración de independencia en eso de hacerse con estupefacientes. Cultivo de hongos para tiempos de crisis.
De similar ocurrencia es la propuesta para adelgazar. Ni dietas ni historias, material asfixiante, el tergal, para apretar los michelines. "Aprietan pero no ahogan". Buenísimas las guitarras, especialmente lúcidas en este tema. Suenan más en la línea que parecen haber marcado como estilo personal en los trabajos previos.
Pero las que son cien por cien marca de la casa son las explosiones y reverberaciones de comienzo de "(Haciendo el oxtias en el) Marquee". Es con la que me quedo.
Muy buen disco. Si tarda más el LP, que nos pongan todos los sencillos en un CD recopilatorio. ¿Por qué no?