En el pasado los recopilatorios cumplían una función eficiente de descubrimiento de algunos grupos cuando uno quería hacerse una idea general del sonido y del recorrido de mismo sin arriesgar e ir a por un disco de estudio concreto. Con el advenimiento de la era de las descargas estos parecen haber perdido su función como introductores a una obra y a día de hoy se los suele ver más que nada como una maniobra comercial rutinaria para hacer caja por las navidades. Pocos suelen tratar de ser un “algo más” del que extraer enseñanzas y conclusiones. Aunque “Despídete del Lago” (Acuarela, 2001) pertenece a la época en los que los recopilatorios aún tenían un sentido práctico pertenece, sin duda, al grupo de los que aportan ese “algo más”.
Compuesto por rarezas, inéditas, canciones aparecidas en singles y recopilatorios y hasta una de su segunda maqueta (“Cáscaras de naranja”) que no pasó el corte del disco a pesar de ser grabada para ello, no encontramos ante un festín para un seguidor aunque algo más complicado para iniciarse en la religión chinarresca.
Por agruparlas, por un lado estarían las versiones. De muy diverso pelaje, como Aviador Dro o Joy División, destacan de manera poderosa la reinterpretación de “¿Qué puedo hacer?” de Los Planetas y la excelentísima y fantasmal “Han caído los dos”, grabada para un tributo a Radio Futura. Su voz llena de eco parece venir desde otra dimensión y muestra a las claras la tragedia que ilustraba la canción.
Otro grupo serían las recuperaciones de canciones esparcidas por sus discos, singles o en discos colectivos. Maravillas como “Desilusión” de “Pequeño Circo” (Acuarela, 1993) o una mezcla diferente de la tremenda “Un trebol de 3K” de esa cumbre que fue “La Pena Máxima” (Acuarela, 2000), con una percusión que anticipaba su siguiente trabajo “La Primera Opera Envasada al Vacío” (Acuarela, 2001).
Y lo más goloso, los inéditos como la tremendista “Idiota”, de las sesiones de «Ópera», o “Ave María”, incómoda exploración sonora muy en lo que ofrecería por esas fechas en “Compito” (Acuarela, 1995).
Como curiosidad hay que apuntar que el curioso título es extraído de una película protagonizada por Chiquito de la Calzada en el que el singular cómico en el papel de vampiro le dice eso de “despídete del lago” a una rana, un momento antes de ser devorada.
En resumen, un banquete de boda, un regalo de Reyes, un reloj Casio de Primera Comunión. Eso es este disco para cualquier seguidor del genio sevillano.