Había ganas de amortizar pronto el fichaje millonario de CBS y expectación por saber cómo se las iban a apañar Mocedades sin el apoyo de Juan Carlos Calderón. La apuesta del sello y del grupo fue la canción “Desde que tú te has ido” que se promocionó a cascoporro. Un tema muy correcto en lo formal y en la línea habitual del grupo. Orquestación de lujo y Mocedades convertido ya –si no lo hubiese estado ya desde bastante antes- en un grupo para un público adulto, muy adulto.
Repertorio variado sin salirse lo más mínimo de la corrección musical de la música melódica más recalcitrante. “Poxa” trae aromas brasileiros con toques de marimba y despliegue de suaves percusiones. “Como siempre” es una de esas baladas en la que Amaya, la solista, rememora su encuentro con un imaginario interlocutor, mientras el piano y la cuerda enfatizan su discurso. Con “Un poco de amor” recobramos a los Mocedades de toda la vida con coros que suenan un tanto eclesiales, envolviendo la voz masculina solista.
En la cara B nos quedamos con “Cuando te miro”, magistralmente interpretada por Amaya, que hace toda una declaración de amor, que suena cargada de sinceridad en una melodía que se pega al oído gracias a un afortunado estribillo.
Del resto del disco nos quedamos con el aire irreal de “Dibujando amor”, un tema que podríamos calificar de naif que conduce al oyente a una atmósfera vagamente infantil. También hay que mencionar, por lo contrario, la larga y pesada “Siempre fiel”, a la que falta chispa y sobra duración.