Para intentar dar un empujoncito al apurado limpiabotas Chapa puso en circulación este oscuro single atravesado por el hipnótico «Desconcierto flamenco» y la histérica «Tan reprimido».
Aunque podemos declararnos satisfechos desde nuestra perspectiva freak es difícil juzgar si más que un empujoncito fue una patada, porque no son éstas a pesar de su originalidad las canciones que más atrapan y enloquecen del mítico album; en realidad deberían haberse tirado a la piscina con la bicefalia de «Abarca y devora – Compre ( Pase ¡no molesta!)». Y ahí los tenemos, el gutural «Desconcierto flamenco», una especie de castizo tubular bells con sus riffs provocadores y un cante ebrio que nos sigue meneando desde su tumba, y que invita al baile oriental con brazos de media luna y caderas en zig zag, pero como siempre con Cucharada nada es espontáneo, hay un cálculo de sarcasmo, espejo y reflexión.
«Tan reprimido» es menos sutil, y su actualidad da que pensar, y más en estos días tan convulsos de 2011 ¿Hemos avanzado algo, o seguimos reprimidos? Agazapados en patrones de conducta, moldes asfixiantes muy bien pensados y sibilinos desagües de programación y amansamiento. Esta canción sigue dándonos la razón.