Estamos ante un disco que baja el listón dejado por sus anteriores entregas. El discurso de la banda comienza a dar muestras de cansancio y su sonido se vuelve demasiado lineal. El resultado es un disco irregular con mucho riffs contundentes pero con demasiado corte prescindible. En esta ocasión se centran en herencias conflictivas (“Sas sorrejado”), caramelos adictivos (“Angelito pastillero”) y los efectos del amor y sus consecuencias (“Como che quero nena”), sin olvidarse del delirio zoofílico (“Pastor alemán (Férvelle II)”)… “Mamá comprame un pastor alemán”.
El hit del disco es su más que particular versión del “My sharona” de The Knack rebautizada como “Vaiche boa”. Y es que siempre mostraron una gran maestría a la hora de adaptar el cancionero ajeno, es una pena que su disco de versiones «Recambios Tucho: 14 Cansiones Recauchutadas» (2001) no llegase a publicarse por problemas a la hora de conseguir los derechos de los temas.
Tras varios cortes flojos consiguen hacernos sonreír de nuevo con su alegato anti trabajo “Cansado” y con su balada más salida “Meu amor”, pero no es suficiente para levantar un disco que termina cayendo en la repetición y en el aburrimiento.