Discos de Kirlian deciden editar en un CD limitado a cien copias diez cortes compuestos, interpretados y grabados por Manu G. Sanz con la ayuda de Paula en su estudio casero entre 2008 y 2010, año de la disolución del grupo. Formaban parte del repertorio habitual del grupo excepto «El castigo» y «Ojo maldito«, que nunca tocaron en directo, y reflejan la evolución hacia un sonido aún más cortante.
Indómitos fueron una de las mejores formaciones de aquellos años del Galician Bizarre y sus canciones mantienen toda la frescura y vigencia. De hecho, lo primero que uno piensa cuando escucha «El castigo» es ¿por qué hablamos de demos cuando se trata de un temazo perfectamente grabado? Y es que la verdad, este disco tiene de todo menos demos.
«No me siento bien / me encuentro sin rumbo / veo al revés / y me siento turbio / mis ideas son / como animales / sin alimentar / con instintos sucios», así comienza «El castigo«. Ritmos truculentos y punzantes que recuerdan a Parálisis Permanente y que sirven para dejar constancia de algo importante: Indómitos tenían realmente una personalidad arrebatadora.
«No insistas» trae el escupitajo, «Eres una pieza fina / ya sé que te crees divina / hace tiempo que no importas / tú eres un fraude niña«; y «Ojo maldito» la intensidad y la angustia percutiva. «La crueldad» y «Mala semilla» ecos psychobilly marca de la casa y cortes como «Amenaza en la sombra» ritmos anfetamínicos con espíritu oscuro, ideales para montar un pogo en cualquier teatro… «uno, dos, tres, cuatro / amenaza en la sombra / vas a morir«.
Cierran con «Sufre» -«Hoy vas a sangrar / sangrar sin parar / como sabes bien / aquí mando yo«-, el dolor y los golpes como forma de vida. Una verdadera lástima que la trayectoria de Indómitos fuese tan breve. Tenían las canciones y tenían el espíritu.