Tercer y último disco de asfalto con los mismos componentes y primero producido por ellos mismos. Publicado el 6 de julio de 1981 ya tenían ganas de sacar nuevo material a la calle, tras el parón que supuso la publicación de “Lo Mejor” (Chapa, 1980) el año anterior, y quizás por eso lo hicieron doble, el primero en la historia del rock español. Se grabo de nuevo en los estudios Eurosonic con John Cooper como ingeniero de sonido y se lanzaron como singles “Vendedor Furtivo / Nada que Decir” (Chapa, 1981) y “Déjalo Así / Demasiado Aprisa” (Chapa, 1981).
Los tiempos que corrían no eran buenos para el rock en general y la mayoría se reciclaba voluntariamente o no para agradar al nuevo público y adaptarse a la modernidad que era básicamente el pop británico. En este disco se nota ligeramente esta influencia en algunos temas como “Vendedor furtivo”, cantada por Guny o “No puedo retener tus ojos en mi mente”, que siendo buenas suenan demasiado pop, y en otras que definitivamente son prescindibles como “Juega tu carta” y “El maniquí”.
Aun así es un disco plagado de buenas canciones de un nivel bastante homogéneo en cuanto a calidad y que lamentablemente pasó muy desapercibido, quizás porque la promoción no fue buena y puede que también porque no era lo que su público esperaba de ellos después de los dos discazos anteriores. La compañía debió pensar que el formato doble había influido en las bajas ventas ya que en 1983 se publico en dos discos separados llamados los dos “Asfalto” y con unas portadas bastante discutibles.
En cuanto a las canciones, sigue estando presente su estilo clásico en “Déjalo así”, “Baila madre”, “Lucy escóndete”, “Miedo”, “Demasiado aprisa”, “Decepción”, “La rara”, “Ahora no” y “Díselo”; un buen puñado de rock pero en la que ninguna destaca especialmente. Otras buenas canciones son “Adiós al sol”, “Nada que decir” -un tema a medio tiempo con aires pop de calidad- y la bella “Solo por amor”. “La generación perdida” es la preferida de muchos aunque precise de varias escuchas para que te enganche, y “Rainbow Warrior”, con aires ecológicos, alegre y divertida es la única canción compuesta en solitario por Jorge en este disco (con cierta influencia beatle).
Este fue el último disco con Chapa ya que al finalizar el contrato ninguna de las dos partes parecía interesada en renovarlo, la compañía por las bajas ventas y el grupo por la falta de apoyo. Sería también el fin de una etapa ya que para el siguiente Castejón y Cajide se montaron su propia compañía, Snif, y añadieron un cantante, Miguel Oñate, que daría otro estilo a su música.