De Vuelta y Vuelta

Para “De Vuelta y Vuelta” (Virgin, 2001), Jarabe de Palo decide agitarse un poco la comodidad adquirida en “Depende” (Virgin, 1999) y plantear un álbum con personalidad propia. No es que se produzca una vertiginosa evolución, pero en esta ocasión sí se desligan del mero continuismo y se advierte la intención de querer ofrecer algo nuevo.

¿Y dónde se ve eso? Pues en que, más allá de elaborarse bajo el marchamo de rock latino, se profundiza más en la misma fusión de géneros, con una fuerte connotación caribeña en varias canciones. Lo revela incluso el título de una canción, “En lo puro no hay futuro”. Se rebaja, a su vez, la intensidad rockera que pueda desvirtuar esa intención.

Sin embargo, los temas más radiados del álbum son los que se mueven cercanos a coordenadas pretéritas. Es el caso de la canción inicial y que da nombre al álbum, en la que volvemos a encontrarnos con los ya mencionados tonos azulados que de vez en cuando le asoman a Jarabe de Palo, y la muy pachanguera “Tiempo”, con colaboraciones de lujo -Vico C y Jovanotti- que dotan al álbum de mayor contraste. También merece la pena destacar la participación de Antonio Vega en “Completo incompleto”, aunque para este que firma no sea de las más brillantes composiciones del álbum, el cual se cierra con “Mamá”, una larga y sentida canción con diversos arreglos flamencos.

No se trata de un álbum brillante ni arrebatador, pero sí demuestra cierta capacidad del grupo para renovarse a sí mismo.