“De Mí Sin Ti – De Ti Sin Mí” (Warner, 2013) es el nuevo trabajo de Delafé y las Flores Azules, un disco doble que cuenta con veintidós canciones y con la producción de Paco Loco.
Delafé y las Flores Azules entregan un doble en el que el segundo disco contiene varias reinterpretaciones de las piezas que incluye el primero, como si tratase de un CD de versiones alternativas (en las que además, sobre todo a nivel musical, el trabajo es muy diferente). “De Mí Sin Ti – De Ti Sin Mí” está consagrado a la pérdida (la muerte del padre de Óscar es el revés que hay detrás de estas canciones), pero hay espacio también para los encuentros y las segundas oportunidades.
Con esa ilusión,“Volvemos a empezar de cero” comienza el viaje. “Intento” habla de encuentros y muestra que el grupo continúa su tránsito hacia el pop, en ocasiones jugando con el ripio al borde del reglamento (“impecable, / como Michael Jordan / en el concurso de mates” ).
Una leve capa de glam parece barnizar la introducción de la canción homónima al álbum, que también versa sobre el miedo a la pérdida. El asombro y el temor ante lo nuevo nutren igualmente “Mientras beso a mi chico en la arena”: “No me atrevo a respirar / por lo que pueda pasar / cuando esto estalle”.
“Qué sentido tendría”, con la participación de Nacho Vegas, tiene mucha más pegada. Una canción que evoca la ausencia, al igual que“Cielo”, otro acierto, más sencilla en la letra que de costumbre y exuberante en lo sonoro.
“No te dejaré nunca más” se cae tras un inicio brillante por las propias inercias del grupo. A “Nadie va a pararnos mientras no dejemos de cumplir años” también le falta espesor, al igual que a “Cuando las cosas se tuerzan”, que hace referencia a “un sistema que agoniza / que sigue en movimiento, / aunque ya muerto, / como la cola de una lagartija”. La letra incluye también guiños a Nacho Vegas, mencionando algunos de sus discos.
“Portugal” cuenta con la presencia de Sr. Chinarro, y casualidad o no, al igual que “Qué sentido tendría”, en la que colabora Vegas, es otra de las mejores canciones del disco. Quizá es su ruptura de un paisaje un tanto monótono. El país vecino aparece al final del tema como una geografía del deseo, un lugar donde volver a empezar. No les falta gusto.
“Copatropadiscokeshimonasteterfimasterdial”, más que nada un relato musicado, es sólo apta para (muy) fans. Si suelen buscar canciones sobrantes en los discos dobles, seguramente bajarán el pulgar con esta.
El segundo disco se abre con la ensoñadora “Tesoro”, que juega con la letra de “Volvemos a empezar de cero” y trata de tejer un paisaje sonoro. “Verte eternamente” hace lo mismo con “Intento”, con una melodía hecha bajo la premisa de mejor cuanto más lento.
En general, el segundo CD de “De Mí Sin Ti – De Ti Sin Mí” pierde el pulso y el interés. Apenas “De mí sin ti” y “Fiesta” mejoran a sus respectivos reversos en una segunda entrega que se hace repetitiva.
En suma, “De Mí Sin Ti – De Ti Sin Mí” tiene los defectos habituales de un disco doble (difícil mantener la calidad) y no posee las virtudes suficientes como para convertir en seguidores a quienes hasta hoy han rechazado entrar en el universo de Delafé y las Flores Azules. Quienes no hayan gozado nunca con su música épica y naif es difícil que lo hagan con este álbum.