No cambiaron excesivamente Venganza el proceso de elaboración de su nueva entrega los maños con respecto a grabaciones anteriores. Fueron igualmente a Monegrian Wood donde en tres días (del 28 al 30 de junio de 2024) dejaron listas con Franchi una decena de canciones.
De la masterización se encargó Txutxi de Como Churros Grabaciones, mientras que para la edición tuvieron el esfuerzo combinado de Discos Enfermos y Zaragoza Desorden.
Se mantienen fieles a un sonido cimentado en la velocidad y en el efecto corrosivo de unas guitarras inmisericordes. Música contundente con el efecto de un puñetazo seco.
Ya lo avisan en «Nosotros somos Venganza»: «No esperes de nosotros bonitas palabras». Además tienen bien claro dónde apuntar, hacia dónde dirigir sus ácidas críticas y desprecio inmisericorde. Reinciden cómo en ocasiones anteriores contra las fuerzas de seguridad, recurriendo a una lista histórica de agravios contra la Guardia Civil y demostrando el asco que les dan los bares a los que acude la Policía Nacional. El entorno laboral también recibe los latigazos pertinentes: hay para los trepas que no dudan en apartar a codazos a todo aquel que se interponga en su plan de medrar y, más en general, con la relación del individuo con el trabajo.
Tampoco escapan ni modernos con ínfulas revolucionarias ni los iluminados, portadores de verdades y teorías con los que diseñar una sociedad para ellos.
Sólo dejan cierto atisbo de ternura cuando echan la vista atrás para repasar su infancia y primera juventud. Recuerdos que corren el peligro de quedar engullidos en un futuro dominado por la inteligencia artificial.
Incluyen como broche final versión de R.I.P.