En su segundo larga duración The Homens centran todas sus energías en las melodías y en el desarrollo de unas letras que ganan enteros con respecto a «Tres» (Falcatruada, 2007). Su sonido gana nuevos matices y se vuelve más ruidoso, sobre todo las guitarras. La producción vuelve a correr a cargo de Santi García.
Comienzan con un hit luminoso “Perfecto”, armado a partir de un estribillo contagioso -“Iste é un deserto máis / un deserto de estatuas de sal”- y unas guitarras incendiarias.
“Tigre, tigre!” y “Crocanti” son cortes más inocentes, pop con tintes oscuros y rabia contenida que no pierde de vista la melodía en ningún momento. En “A liña verde” y “Fanny Mae” presentan tintes nuevaoleros y un power pop multicolor.
Al llegar a “Rei azul” nos damos cuenta de que le tienen cogida la medida a las melodías envueltas en luz, a las pequeñas historias contadas con la dosis justa de dulzura y rabia. El intimismo y la desnudez llegan con “À la guillotine!”, un corte que en el aspecto vocal y en la letra me recuerda a los medios tiempos de Los Planetas.
En “Hamster” las guitarras se acercan a un hard rock sosegado y en “Nada está tan alto” a un post rock mandarín realmente brillante. “Alba nuclear” presenta dos reversos, uno profundamente sixtie con guitarras acústicas y juegos vocales muy logrados, y otro con constantes explosiones electrificadas.
Esperemos que sea verdad, que esto “Non é o final, é o principio”, el principio de una carrera cargada de éxitos y grandes canciones.