En 1975 Valen y sus mentores discográficos deciden jugársela y grabar un nuevo LP, esta vez con diez temas inéditos, pero el cantautor apenas es una sombra de lo que era y se ha ido convirtiendo en un solista romántico estándar de esos que tanto abundaban en la música española de la primera mitad de los 70.
La canción que da título al álbum y que también va a ser lanzada en single es una balada cargada de sensibilidad con una letra que habla de desamores y que posiblemente hubiese estado muy bien para un Raphael, pongamos en casa. Valen canta con vozarrón viril, muy lejos ya de los ecos aflamencados que habían sido el santo y seña de sus inicios. Un tema correcto y muy bien cantado, pero insuficiente para que sobre él pivote todo un LP.
El contenido de este LP es bastante repetitivo con temas cortados por el mismo patrón. Hay alguna canción recomendable, caso de “El encuentro”, una preciosa balada que por momentos nos hace recuperar al Valen íntimo y frágil de los primeros tiempos. Otro tema que me gusta es “Muñeca de escayola” que cuenta la historia de una mujer rota y aburrida que va de hombre en hombre, de copa en copa y de discoteca en discoteca. Una buena letra bien afianzada en una armonía elegante cargada de detalles instrumentales que subrayan el contenido de la letra. Podemos divisar a un buen Serrat sobrevolando mientras la escuchamos solo que levantar la cabeza.