Un año antes de la salida de su segundo álbum, Los Fresones Rebeldes regresan con Spicnic en formato corto, ofreciéndonos un adelanto de algunas canciones que más tarde darían forma a su nuevo LP.
“Creo que me Quiere” (Spicnic, 1998) se compone de cuatro temas repartidos en el vinilo de manera equilibrada, y compensando la presencia de temas más atractivos y revitalizantes con aquellas otras composiciones menos pegadizas que permiten al oyente cierta pérdida de atención.
“Creo que me quiere”, que da título y abre el EP, y “Por qué me tengo yo que enamorar” aparecerían después en “Éxitos, 99” (Subterfuge, 1999). Los Fresones continúan en la misma línea teen cantando al enamoramiento y esas primeras atracciones, que a veces no pasan de ser sueños, ilusiones, y a lo máximo cruce de miradas. Amores platónicos, pasionales e inocentes que son cantados en ese mismo lenguaje adolescente que enaltecen.
“Mi primer amor” y “Mi timidez” completan esta nueva entrega y no rompen esquema alguno. De nuevo, como en la mayoría de los temas, se hablan de las experiencias propias, canciones cantadas en primera persona, algo motivado por el egocentrismo de esa etapa y la obsesión juvenil de las primeras experiencias y las nimiedades que en aquellos días de nuestra vida tendemos a suponer como fundamentales y merecedores de toda atención y relevancia. “Mi primer amor” cuenta con un ritmo revitalizante, que llama al baile, con presencia potente de guitarras que le hacen ser uno de los temas destacados del EP. En contraste, “Mi timidez” narra los problemas de una chica al enfrentarse al escenario, quizá ironía de la calidad vocal de la banda, donde la voz gritona e infantil se impone a grandes dotes pero sin terminar de convencer; falta de humor, situaciones cómicas y un compás lento con protagonismo de la voz frente a la música, que marca así la temática de la composición, vuelven a la canción un tanto débil.