Al año siguiente del lanzamiento de “Queridos Compañeros” (Polygram, 1984) y casi sin solución de continuidad, C.R.A.G. lanzan su tercer álbum “C.R.A.G. 1985” (Polygram, 1985) que a la postre sería el último con la formación original al completo. Su grabación fue más complicada ya que el cuarteto tuvo menos margen de maniobra debido a los cambios estructurales dentro del sello discográfico lo que lleva al grupo a grabar temas más estándar.
Su tercer álbum es claramente de carácter continuista, es decir que gustará a los que gustó su anterior trabajo y defraudará a los que se llevaron una desilusión. Contaron para su grabación con el ingeniero José Antonio Álvarez Alija, que había tocado las percusiones en el anterior trabajo. Además de José Antonio también pusieron su granito de arena gente como Eduardo Leiva con el piano, Tito Duarte, ex-componente de Barrabás, en las percusiones y compañeros de José María Guzmán en Cadillac como Daniel Jacques Louis y Javier de Juan.
En algunos temas de este álbum C.R.A.G. se posicionan sobre temas incómodos, e incluso polémicos, en su momento y aún ahora veinticinco años después, y no se cortan ni un pelo para cantar temas sobre la eutanasia como en “Elizabeth”, tema escrito por Cánovas, la homosexualidad como en “Nada que ocultar”, el único tema compuesto por Adolfo en solitario, o canciones contra el estilo de vida alienante y sumiso como son “Espejito mágico” o “Le recomiendo”, todo un alegato a favor de la libertad de la mujer.
Adolfo y Rodrigo recuperan para esta nueva etapa la figura del vividor, pero si en “Señora Azul” (Hispavox, 1974) era un niño de familia bien, aquí en “Rafa”·nos cuentan la historia de un peculiar personaje que “vive para sentir esa tierra ultramarina entre la cocaína y la piña con el ron”, al igual que también cantan a las siempre consabidas historias sobre relaciones como en “Necesito tenerte”, aunque en su mayoría son más de desamor o como ellos mismos cantan en “Igual que una noria”, tema escrito por Rodrigo García, “Escribo una canción por el recuerdo, de lo que pudo ser y nunca ha sido”.
Para acabar con esta nueva etapa, el álbum termina con “1985: los blues”, tema que no engaña ya que C.R.A.G. se marcan, precisamente, un blues.