«Con Otra Mirada» (Hispavox, 2002) se abre con «Ni tú ni yo«, un sorprendente tema de dura letra construido casi enteramente sobre una estructura electrónica que puede remitir a algo de trip hop que, habiendo sido el single más sonado del álbum, puede haber creado una imagen errónea de este disco, pues lo cierto es que se mueve mejor a través de otra perspectiva. Sí es abundante en arreglos, pero especialmente de cuerda -«Tú eres para mí«, «Tu perdón«, «Perdida«-, que elevan el tono dramático de estas canciones. Por su parte, «Me gustaría que me comprendieras«, también con base electrónica, se acompaña de un acordeón que le da un toque afrancesado -con toda intención-, mientras «Dame un beso» adquiere el color de la noche tabernaria con toques de rock, que vuelve a aparecer con toda intensidad en «El engaño» y, sobre todo, en «A veces un cielo«, en la que se advierte con claridad la autoría de Lichis –La Cabra Mecánica– por la obvia mediocridad de sus letras, en las que suele confundir sencillez con ramplonería.
«Con Otra Mirada», de perfil claramente adulto, muestra diversas caras y posibilidades, más abierto y rico que el anterior, producto esto de la cantidad de colaboradores con los que Luz contó para su confección y producción.