Colmena

Nueva entrega del cuarteto madrileño después de su debut con el compartido con Sección Femenina. En esta ocasión un ramillete de sellos discográficos han colaborado para sacar a la calle cinco temas (en realidad seis) más de Las Cruces acompañados por un generoso envoltorio en lo que al diseño se refiere. De entrada son cuatro las portadas posibles en las que se puede adquirir, cada una de ellas elaborada por uno de los componentes del grupo. Y por otro lado, y a pesar de lo económico del encarte, letras e información en una hoja doblada que acompaña al vinilo.

Grabaron con Pato (Thee Suckin’ Dicks, Vigilante Gitano, Thee Girlfriends) en enero de 2016, salvo una toma extra en directo de «Tipo refinado«, tomada de un directo en Cuervo Store en el día de las tiendas de disco de junio de 2015, y «Sábanas negras» que se grabó en verano de 2015.

Una de las cosas que más atrapan de la música de esta banda es el tono monocorde, casi inalterable de un tema a otro, en la que nada parece exceder un determinado nivel de tensión a excepción de la voz de Violeta que, crispada, canta, tanto su hastío para lo que le rodea como sobre quien se prende fuego a lo bonzo al perderlo todo. No hay velocidad excesiva, ni apresuramientos, ni siquiera en la percusión, que de manera hasta tímida, pero decidida, marca la pauta a seguir; la guitarra rasguea sin aspavientos y el bajo contribuye de forma definitiva al tono de cueva desde el que parecen provenir las canciones. Es probable que la apuesta decidida por componentes con escasa o nula experiencia en tocar en grupos previos, excepto Mugretone, su guitarra, sirva para reafirmar esa aparente mesura o precaución en las canciones.

Es la de sus canciones, una oscuridad a juego con el tono sórdido de la mayoría de las letras, sobre relaciones sexuales a mediodía en el despacho, rituales para marcar a cobardes o extrañas figuras de lo más refinado que parecen inspiradas (como parte del sonido de la banda en realidad) en la misma galería de monstruos de la que provenían aquellos hombres serios y formales, asesinos o vampiros de Desechables.

No sé, pero a mi todo ello me vale para sentirme cada vez más atraído por Las Cruces.