“Los retrógrados Guajes empuñan otra vez sus viejos instrumentos, más frenéticos que nunca, más trastornados, más sarcásticos, más pobres, si cabe”
Tras el primer asalto toca pasar la reválida del segundo disco y Los Guajes, poco amigos de cambiar algo que funciona, vuelven a ponerse en manos de Jorge Explosion y Mike Mariconda en los estudios Circo Perrotti, con la firme intención de pulir su “Manifesto landista”.
La carta de presentación a tal fin no pudo ser más adecuada: “Cazasuecas”, con unos pasajes líricos que no se prestan a equívocos («las doctrinas, del landismo / suelen ser, mi catecismo»). El tema, un corte de fuerte poso surf que pone voz a la declaración de intenciones de un psycho castizo, supone uno de sus primeros conatos de éxito en la red, al recibir su videoclip más de 100.000 visionados en una semana.
Parecen sentirse cómodos Los Guajes en esas texturas surf, más atmosféricas y menos inmediatas. Ahí tenemos “Igual que tú” o el riff de la chulesca “No tienes talento”.
Fieles a su cometido de valedores de los combos españoles de los 60, desempolvan y dan lustre a “Ya no estás”, pretérito número de Micky y Los Tonys.
En “Verano del 66” el grupo descubre su faceta jangle pop, con ese arpegio inicial escuela Byrds y una letra de innegable regusto evocador (“Los Brincos suenan otra vez / en un viejo radiocassette / veo todo en blanco y negro”). Retoman su nervio garajero en las prototípicas “Frío” y “Mientes”, con guitarreo a lo Nuggets y un sucinto farfisa serpenteando en segundo término.
“Perdóname” nos trae de vuelta a Los Guajes más finos, a medio camino entre los cantantes melódicos italianos de los 60 y el pop rock británico de grupos como The Searchers, dando forma a lo que en otro plano temporal hubiese sido un verdadero hit. En la recámara, una relectura del “¿Por qué te vas?” (Dúo Dinámico) y “Ganas de matar”, rescatada de su disco de debut.
Estamos ante el disco en el que Los Guajes consolidan su fórmula y muestran una de sus grandes bazas, a saber: sus gamberras y en ocasiones retorcidas letras en castellano. La escucha de su predecesor quizá se antoje más homogénea, mas hay que tener en cuenta los mimbres de los que estaba hecho frente a éste. Con todo, “Cazasuecas” (Fonográfica Peñarrubia, 2009) aporta los ingredientes de una propuesta que se verá culminada en su siguiente larga duración: “La Vida es Como un Carrusel” (Fonográfica Peñarrubia, 2011).