Como la pachanga ya no daba réditos, el indomable Tony Ronald lo intenta ahora con una balada de reminiscencias bolerísticas y un cierte deje sudamericano en la melodía, los coros y en los detalles de flauta de instrumentación. La voz del cantante suena rara, más oscurecida que de costumbre. Todos, seguramente él también, pensábamos que con treinta años cumplidos su estrella comenzaba a declinar. El tema está compuesto, como otros de estos años, por el Diablo, Amado Jaén.
La cara B también tira a insufrible y lacrimógena. Toques de guitarra vagamente hawaiana como sello de originalidad y pieza del todo prescindible, aunque algo mejor que la del otro lado del vinilo. Se trata de una versión del tema del cantante country Charlie Rich «The most beautiful girl».