Después de unas cuantas críticas feroces, uno ya tenía ganas de resarcirse con el bueno de Germán. Y este momento llega por fin con “Carabás” (Nuevos Medios, 1996), pese a un inicio dubitativo con la canción que da nombre al disco, que hace pensar que las dieciséis canciones se vayan a hacer demasiado largas.
Pero todo lo contrario. Porque si de algo se caracteriza este homenaje a «El Gato Con Botas» es precisamente de ser un disco de muy fácil escucha, de muy agradable escucha diría yo, desprovisto de toda pretenciosidad artificiosa, que tanto lastre había supuesto antaño en discos como “Devocionario” (Nuevos Medios, 1985).
Demostrando que lo son, y no como en “Vivo” (Nuevos Medios, 1998) dos años más tarde, se hace acompañar de ilustres músicos como el saxofonista Jorge Pardo, Antonio Soteldo ayudando en la instrumentación y la mayoría de las composiciones, Enrique Heredia de La Barbería del Sur o Joe Borsani.
Se abre el disco (el verdadero disco) con “Mujer pirata”, una preciosa y sencilla canción con sabor a cine, a escena romántica rodada en blanco y negro, tras la cual se da paso al exotismo brasileño. Coppini nos trae los ritmos latinos en el que es, sin duda, un trabajo diferente en su trayectoria, alejado del pop y más orientado a los ritmos españoles y latinos más clásicos, pasando de tener de referentes a grupos como Roxy Music, a Ketama o Kiko Veneno.
«Carabás» es también el disco más personal de Germán: “El astronauta”, que al principio iba a ser grabada con Luz Casal; «Estrella margarita», canción dedicada a su madre fallecida; la emotiva “Moreno y claro”. En “Noche de lobos” Coppini demuestra lo cómodo que se encuentra en este registro, incluso con guiños a Golpes Bajos.
Además, este disco contiene una versión en catalán del «Orenella y gladiol» escrita por Pau Riba, con la que cierra el círculo de los homenajes.
Muy agradable. Se lo merecía.