Alicia Tomás nos sale por rumbas con la historia de una supuesta ingenua Caperucita que buscaba dinero y un lobo forrado que buscaba cuerpo y se ponían de acuerdo con el concurso de una abuelita celestina. Palmoteo, coros agitanados y todos los ingredientes del estilo para jalear las andanzas de una caperucita de lo más espabilada.
En la cara B más rumba al estilo de, por ejemplo, una Encarnita Polo en la que la cantante trata de pararle los pies, más bien las manos, a su partenaire.