Última referencia discográfica de Guillem d’Efak. En este su octavo microsurco es en el único en el que se acerca más a lo que otros cantantes de la cançó estaban haciendo en esos momentos. Curiosamente su última grabación coincide en el tiempo con el debut de uno de sus grandes amigos y con el que más afinidad tenía dentro de este movimiento, Ovidi Montllor, y cuyos finales tristemente se parecieron demasiado.
En la cara A Guillem presenta dos retratos sociales de la época. Abre con una triste tonada dedicada a todas las mujeres de la postguerra “Canço per les dones” que acaba con esta letanía “Pregau dones, pregau dones! / Què Déu senti els vostres crits…“. El otro corte de la cara A se presenta con unos arreglos orquestales más amplios, con secciones de viento, para presentar a un hombre desconocido de vida errante pero con un gran pasado, “El pelegrí“.
La cara B es más lírica y melancólica. Sobrio inicio en “Cavallet de serp” que luego irá acelerando a ritmo folclórico que por momentos llega a mezclar con toques jazzísticos. Más comedida y sobria en arreglos –apenas una sección de metal- Guillem cierra este trabajo con “Nit d’insomni“. Ambas son tristes, cierto, pero, como solía ser habitual, d’Efak nunca perdía el sentido del humor y la ironía.