La edición del sencillo «Requiem / El Payaso» (Spansuls, 1984) se había planeado como adelanto del LP que grababan en los estudios Colores. Pero, a pesar de que el grupo dejaría preparado el material para ello, la compañía les deja colgados sin abonar siquiera los gastos de las correspondientes sesiones. Superada la desilusión, el grupo volvería a grabar nuevas canciones unos meses después pagando ellos al estudio con idea de quedar bien con sus responsables.
Ninguno de los dos discos grabados en Colores aquel año 1984 vería la luz en su momento porque ni con Spansuls como se pretendía en un momento, ni posteriormente con DRO, con quienes luego también se intentaría. Décadas después, tras un proceso de remasterización realizado por Valentín Méndez en los estudios La Nota en enero de 2019, los madrileños acuden a Potencial Hardcore, el sello vallecano que ya había gestionado el CD «Larsen» (Potencial Hardcore, 2001) donde se recuperaba parte de aquel legado.
El vinilo que se pone en circulación excarba entre ese repertorio, correspondiente a diferentes formaciones del grupo, con y sin Monje, el primer cantante. Reincide en algunos de aquellos temas que ya se pudieron escuchar en el mencionado CD del 2001, pero aporta además abundante material inédito. En concreto las canciones «Amenazas de muerte», «El proceso», «Destino», «El churro» y «Mi asesinato».
Tenían Larsen algo que les daba un punto oscuro, claustrofóbico en su música que se acrecentaba por la temática de hospitales, muerte, horas finales y enterramientos. «El proceso» o «Destino», de las mencionadas arriba, son un ejemplo claro de todo ello. Poco amigos de demostraciones de velocidad, lo suyo era más el ir tejiendo atmósferas densas en las que se enredaban líneas de guitarra y bajo, mientras que las letras paladeaban con lentitud las injusticias o sentimientos de acoso a los que se sometía al protagonista principal.
Llama la atención el tratamiento sobre la voz principal en «El churro», uno de los muchos temas que se van más allá de los tres minutos.
La música de Larsen merece ser recuperada. El suyo fue sin duda un punk particular que no tuvo más continuidad por lo breve de su trayectoria. Por eso cualquier esfuerzo de recuperación de su material es siempre una muy buena noticia.