Canciones Asesinas

Canciones Asesinas

Debut de Txarly Usher con el que daba salida a su proyecto en solitario con ayuda en este caso de amigos como H. Zombie, Helene (voz), Peibol, Carlos Markina (bajo), Patxi López (batería) y el piano de Aiert Hercoreca y Vins Villaplana. Asimilado éste como válvula de escape de sus composiciones más intimistas, con poco o nada hueco en el repertorio desgarrador del punk violento de su grupo en paralelo, Los Carniceros del Norte, el CD muestra al artista encaramado al escenario de un teatro destartalado y decandente. Como si de un ejercicio de travestismo musical se tratara, se mueve al compás de un cabaret ajado por el paso del tiempo. Pianos, tiempos lentos, ritmos serpenteantes y sinuosos, alma de vodevil francés como los de “No aguanto más“, se mezclan con el esqueleto a medio camino de epopeya vaquera e infierno personal de Nick Cave con la que parece compuesta “Viejos tiempos“.

Diálogos con la chica que parece quererse tirar desde el puente a ritmo casi de vals fantasmal, vis a vis con aroma de taberna francesa, oscuridad de desván y tienda de juguetes de otros tiempos.

La lentitud como de nocturno de piano, macedonias orquestales en las que colaboran fados, Edith Piaf, y la imaginación que vuela al escenario de un teatro de cortinas descoloridas. El carnaval burlesco demodé en las venas de “Sin mirar atrás” al trote que proponen los dedos del pianista sobre el marfil en blanco y negro de las teclas.

Una guitarra casi stoner vuelve a teñir de aires fronterizos de desierto las atmósferas de “Reloj de arena“. “En el mercado negro de los rencores ciegos algunos favores se pagan con la vida“, “Los días caen como guillotinas” … van deslizándose los versos de una poesía negra, híbrida entre el Johnny Thunders yonqui en París y las paranoias de Tom Waits. En lo que canta Txarly, parecen moverse las aspas de un ventilador incapaz de aliviar el bochorno de una tormenta a través de la ventana.

Satén y elegancia de “Los demonios del pasillo“, con el piano que deja de sonar como descacharrado juguete para llenar todo de sofisticada tranquilidad y acompañar a una batería que diríase tocada con baquetas de haz de fibra.

El telón de un disco desconcertante y sugerente por venir de quien viene, lo echa una canción con texto de Baudelaire y una versión de David Bowie.

Grupo:

Desde que a mediados de los 80...

Compartir:

Tracklist:

  1. 7 Desiertos
  2. No aguanto más
  3. Viejos tiempos
  4. La chica del puente
  5. Sin mirar atrás
  6. Reloj de arena
  7. Los demonios del pasillo
  8. Una carroña
  9. Sombras en la luna

Compartir: