Si un disco hay que empezarlo por la portada, éste tiene dos. Una lujosa edición tipo álbum con la portada propiamente dicha totalmente en blanco con el rótulo “CAMILO”, y una portada interior con una foto de Camilo Sesto ataviado con un mono amarillo. La canción emblema del disco fue “¿Quieres ser mi amante?”, que en su edición en single se vendió muy bien y, sin ser nada del otro jueves y repetir fórmulas y melodías manidas, estuvo dos semanas como sencillo más vendido en número absoluto de ventas. Este tema incluye una encantadora flauta de pico en su inicio y todo un despliegue de detalles instrumentales cuidados al milímetro; no obstante, carece de esos crescendos que tan bien manejaba el cantante y como composición no pasa de correcta.
La otra guinda del álbum es “Ayudadme”, pero ya estaba amortizada por las ventas en formato sencillo. De las restantes, dos canciones muy queridas por el cantante. Por orden de aparición, la primera es “Isabel” dedicado a su efímera novia y gran amiga, la actriz argentina nacionalidad española, Marcia Bell. Una tierna balada con algo de soporífera nana. La otra dedicatoria es a Joaquina Cortés, madre de Camilo, y así precisamente se titula esa canción: “Madre”. Otra balada con letra llena de sentimiento y música anodina que, desde luego, no estorba el interés por la letra pero tampoco la empuja.
Sentimentalismos aparte, “Camilo” (Ariola, 1974) se trata de un producto elegante y bien manufacturado con espectaculares arreglos de Joohnny Arthey, pero con poco chicha. Podemos citar la larguísima introducción orquestal de “Mi verdad”, luego malograda por una melodía previsible, aunque eso sí, con una interpretación vocal sobresaliente. También puede resultar interesante: “Déjame participar (en tu juego)”, en la que Camilo se nos muestra en algunos pasajes levemente aflamencado. La pieza más resultona podría ser “Llueve sobre mojado”, con arreglos juguetones y entre lo mejor de un disco que peca de repetitivo.
Poca chicha escribíamos antes, pero también un Camilo Sesto en estado de gracia que usa de maravilla sus cualidades vocales.