Con este «Cada Loco Con Su Tema» (Ariola, 1983), aún siguiendo en la línea continuista de los últimos discos, Serrat se vuelve más esperanzador y vitalista. Es un álbum alegre y vivo que mejora notablemente los resultados con respecto a grabaciones anteriores. También mejora a nivel instrumental, no en la ejecución sino en eliminar los excesos instrumentales de canciones pasadas. Para contribuir más a este cambio destacar la portada hecha por el pintor Manel Anoro.
Empieza el disco con el tema homónimo “Cada loco con su tema”, un tema muy representativo del álbum y del propio Serrat. Donde deja claro sus preferencias. La calle, la razón, las cosas pequeñas y cotidianas de la vida, los caminos frente a las fronteras. El Serrat de siempre pero con la madurez del tiempo. Como también se demuestra en la balada “Sinceramente tuyo”
Más irónico se muestra en temas como “Algo personal” donde nos canta sobre las dictaduras con las que tanto había chocado, o “Yo me manejo bien con todo el mundo”, canción sobre un arribista que tanto abunda en la sociedad, tanto de la época como la actual. A destacar la musicalidad de ambas que coordina perfectamente con el tono que Serrat da a los temas. La cuota crítica acaba con “No esperes”, tema que cierra el disco y que es un ataque a las clases acomodadas.
En el resto del álbum no hay mucho que destacar. “El horizonte” con su visión utópica es de lo más flojo del disco; “De vez en cuando la vida”, “Querida” y “Dejad que cante el muchacho” se decantan más por lo poético del amor pero sin la pasión desbordante del Serrat de los 60.