Tras un 1966 bueno en actuaciones, pero flojo en producción discográfica; Los Sirex van a remontar el vuelo al año siguiente, cuyas ediciones se inician con este single que trepó bien por las complicadas laderas de las listas de éxitos y ventas. El disco en cuestión contiene uno de los grandes temas del grupo, quizá el mejor compuesto por los propios componentes del mismo. “Brindis” es una suave exaltación de la amistad con una guitarra acústica en labores rítmicas y una solista moviéndose en arpegios. Leslie mueve su voz a gusto en una composición hecha a medida y en la que él mismo hizo la letra. Con esta canción Los Sirex, que siempre fueron una esponja capaz de absorber cualquier estilo, se apuntan a las corrientes folk rock que despuntaban en aquel momento.
La cara B es un relleno necesario, también en la misma onda que la cara A. Usan un grupo de cuerda que contrasta con los redobles de batería y las enérgicas guitarras habituales del grupo. La melodía queda indefinida y la canción en sí es de ésas que se olvidan un minuto después de acabar de escucharla.