Vicky Larraz lidió uno de los toros más difíciles de su vida con este engendro titulado “Bravo samurai” que represento a TVE en el Festival de la OTI del año 87. Solo sus tablas y su voz salvaron los muebles, pues, desde luego, la canción es una castaña en toda regla. Una mezcla de tecno y violines con una letra sin pies ni cabeza, una melodía casi inexistente y escaso tirón pegadizo. Pero la interpretación de Vicky la colocó en tercer lugar del evento televisivo iberoamericano.
Ese empujón mediático haría que el single se vendiese razonablemente bien, mejor que los anteriores discos de esta cantante. Entre los despropósitos posteriores que se hicieron con el tema, señalemos su edición especial para DJ con el título de “Harakiri mix”.