Disco impresentable desde cualquier punto de vista, salvo que la intención del grupo fuese provocar al sufrido oyente. «Borrachera» hace honor a su título y plantea una pieza de pop bolinga con fondo de guitarreo desmadejado y voces ebrias más o menos reales. Los comentarios que los dos cantantes protagonistas intercambian son de juzgado de guardia. No es de extrañar que tras este disco el grupo no volviera a grabar nada más, y eso que tenían firmado contrato para otro sencillo. Tampoco resulta raro que dos de los fundadores del grupo huyeran del grupo tras semejante desatino.
«Siguiendo al sol» nos muestra un registro inexplorado por el grupo, el de la balada folk rock con flautita y todo, un estilo que triunfaba en aquel 1967 y que los agresivos Cheyenes convierten en un peñazo.
Como descargo, decir que el líder de la banda, Roberto Vercher, se encontraba en esos momentos perdiendo el tiempo miserablemente en el servicio militar y nada tuvo que ver con este disco.